5 años.

El chico solo esperaba que el fuego no se apagara, como otras veces ya ocurrió, o que al menos no se quemase al intentar acercar la mano y salir de allí herido sin que la hoguera se inmutase.

La gente de su alrededor le decía que no era el momento para tales menesteres pero las conexiones formadas al azar eran tan raras que algo en su interior le decía que lo estaba haciendo bien.

¿Sabes qué se hace cuando crees que tu caballo es el ganador? Pues apostar todo lo que tienes a ese bastardo y esperar que no se parta la rodilla en la segunda curva.

Romper con el pasado fue algo no planeado, pero bienvenido. Crear una nueva base donde almacenar recursos y producir nuevos bienes en común es algo que te hace sacar pecho y vacilar a los demás. Invitar a tus amigos a cerveza, asomarte a la terraza, contemplar el paisaje y preguntar con desdén "¿Y tú qué tal?", sabiendo de entrada que has hecho bien tu trabajo.

Cada día es diferente, pero también es igual. Una veleta con mil caras, pero al fin y al cabo la misma veleta. Dónde apuntará, solo el colega del cielo lo sabe, pero francamente te da lo mismo porque la vida es aventura y hemos venido aquí a jugar, como dicen los concursantes de la televisión.

Los detalles pequeños son lo que hacen grandes las ocasiones, las que arrancan una sonrisa o explotan en tu cara en una discusión sin fin, cosas a las que te expones cuando firmas en el papel del millón de puntos.

Joder, ya sabías a lo que venías. Sabías que esto pasaría. Aprende y continúa. Fue divertido descansar un rato, pero el sufrimiento fue tan grande...

Tengo un mensaje para aquellos que no acaben de entender lo que esta pasando ahora mismo.

No espero que lo entiendas ahora, pero cuando lo entiendas yo me alegraré por ti. Lanzaremos papeles al aire para que el mundo pueda saber que estamos contentos y que por fin a ti también te ha pasado esto. Has tenido la suerte de atravesar las puertas correctas y ningún tigre te ha devorado.

El futuro es incierto, como una moneda lanzada al aire. Vivamos el presente y creemos obras de arte que no se puedan ver, pero que se puedan sentir al cruzar la puerta de nuestro castillo. Que allá donde vayamos digamos orgullosos que lo que estábamos buscando, ya lo hemos encontrado.

5 años

Israel H. Ros